Hace poco tuve cuatro dĆas libres, cuatro dĆas para seguir recorriendo la zona de Llanquihue y ver lugares que aun me faltan por recorrer.
CochamĆ³ estaba lleno, tenĆa reserva para un mes mĆ”s. El lugar se ha hecho muy popular y se estĆ” restringiendo el mĆ”ximo de gente dentro del Parque, evitando sobrecargar la capacidad de retenciĆ³n del ecosistema local.
Una opciĆ³n que me recomendaron entonces fue el Parque Tagua Tagua, ubicado en el siguiente valle al sur de CochamĆ³, de Puelo hacia la cordillera. Lo que me llamĆ³ la atenciĆ³n de esta zona fue conocer el Lago que aĆŗn no habĆa visto y la posibilidad de recorrerlo en barcaza, mi medio de transporte favorito. No lo pensĆ© mucho y reservĆ© dos noches en el refugio del Parque Tagua Tagua. Ahora la misiĆ³n era llegar, sabiendo que el parque estĆ” ubicado a 145 km de Puerto Varas, my base camp.
El primer dĆa lleguĆ© a Puelo en bus, costĆ³ $4.500 desde Puerto Varas y se demorĆ³ alrededor de 3 horas. No recuerdo bien el tiempo porque, como siempre me pasa en los buses me fui durmiendo, costumbre que tengo de la universidad en que cada hora de sueƱo suma y vale oro.
Es importante avisar al conductor que vas al Lago Tagua Tagua, sino te pasarĆ” lo mismo que a mĆ. Me bajĆ© en el centro de Puelo y tuve que caminar 2 kilĆ³metros hasta el cruce del camino que lleva hacia el Lago. En el cruce que va hacia el Lago hay un Ćŗltimo mercado para abastecerse. TenĆa pensado caminar los 10 km hasta Puerto Canelo en donde parte la barcaza pero tuve suerte y parĆ³ una camioneta que me llevĆ³ hasta destino. Estando ahĆ esperĆ© un par de horas para cruzar pagando $1.200. El cruce dura unos treinta minutos y permite armarse una perspectiva de la geografĆa y vegetaciĆ³n del valle, no es difĆcil ver cascadas y bosques de coigĆ¼e asentados en granito esculpido por glaciares.
Ya al otro lado, en Puerto Maldonado, pude tirar el saco en un bosque escondido y disfrutar la tarde viendo truchas saltando siendo cazadas por martines pescadores gritones que se acercaban curiosamente a mĆ y a tres chicas que tambiĆ©n acampaban ahĆ, venĆan mochileando de Santiago e iban para Argentina. AdemĆ”s el agua del rĆo es potable e ideal para baƱarse si no eres friolento.
Al dĆa siguiente, luego de un contundente desayuno a las orillas del rĆo Puelo sintiendo el aire frĆo maƱanero, caminĆ© hacia la rampa en donde Chacho, botero que ayuda en los cruces, me recibiĆ³ en su lancha junto a otra familia que cruzarĆa a visitar el parque tambiĆ©n.
Desde donde estĆ”bamos, no se me ocurrĆa dĆ³nde podrĆa estar la entrada del parque, no se veĆa ningĆŗn muelle ni rampa, solo se veĆa una cascada al otro lado del Lago. Navegamos unos 15 minutos, nos acercamos a la cascada, sacamos un par de fotos y nos acercamos a un roquerĆo a la orilla del Lago en donde un anfitriĆ³n del parque nos recibirĆa. Bajamos al roquerĆo, saludamos al anfitriĆ³n, mochila al hombro y a caminar.
Caminando en el parque me di cuenta que esto era justo lo que buscaba. Poca gente, bosques verdes, vertientes por todos lados, chucaos por todas partes y hued hued.
CaminĆ© 7 km con pendiente suave, lleguĆ© a un cartel con flecha que decĆa refugio, seguĆ y me encontrĆ© con una postal que una foto no es suficiente para describirla.
De ahĆ en adelante me enamorĆ© del parque por sus anfitriones y buena onda.
Con dos noches en el refugio Alerce se puede conocer el Parque completo tranquilamente sin correr, disfrutando la conecciĆ³n con los bosques y aves.
Para terminar, quiero decir que ojalĆ” se mantenga el cupo de no mĆ”s de 40 personas dentro del parque, para que no colapse como otras zonas en Chile. Espero sigan apareciendo mĆ”s parques como Ć©ste que den el ejemplo de cĆ³mo cuidar un bosque.