La leyenda de Licarayén, quien dio su vida para salvar a su pueblo de las actividades volcánicas incesantes del Piri Pillén, es una de las historias más conocidas del pueblo mapuche en la Región de Los Lagos.
Hace mucho tiempo el pueblo Huilliche vivía a los piés del Piri Pillén, (hoy en día volcán Osorno).
El pueblo tenía un sabio cacique que los guíaba con firmeza y valentía, con el apoyo de la bella Licarayen, su hija. Ella estaba enamorada del toqui Quitralpique, y su amor era puro y les brindaba felicidad, así que se casarían la próxima primavera.
El Piri Pillén era un espíritu que no estaba feliz con el comportamiento del pueblo, los envidiaba por ser la creación de Antu, quién lo había encerrado en esa montaña, y quería destruir su felicidad.
Para demostrar su furia Piri Pillén comenzó a hacer temblar la tierra, su movimiento se sentía a kilómetros de distancia y amenazaba con destruir el arduo trabajo del pueblo. Cuando los movimientos dejaron de ser suficientes, aumentó su enojo y empezó a lanzar fuego y rocas, destruyendo los cultivos y cualquier otra cosa que estuviera a su paso.
El pueblo estaba desesperado, el Cacique no sabía que hacer. Pasaban los días y la furia de Piri Pillén sólo empeoraba. Hasta que un extraño llegó a visitar el pueblo. Un anciano misterioso que vió como el pueblo sufría y pidió una audiencia con el Cacique. El anciano le explicó que había sólo una forma de calmar al Piri Pillén: debían sacrificar a la joven más bella e inocente del pueblo.
¨Para traer calma a su pueblo tendrán que arrancarle el corazón a la joven más bella del pueblo. Después lo tomarán y dejarán en la cima del Pichi Juan, cubierto con una rama de canelo."
El Cacique reunió al pueblo para averiguar quién sería la joven elegida para el sacrificio. Luego de hablar con todos se dio cuenta que su hija era la elegida. La joven Licarayén demostró que era la indicada al ofrecer su vida sin remordimiento para salvar a su pueblo. Les puso sólo una condición: que fuera Quitralpique quién le arrancara el corazón, ya que era suyo y nadie más podía tocarlo.
Quitralpique preparó un lecho de flores donde Licarayén se tendió para terminar el sacrificio. Con el dolor de su alma Quitralpique le arrancó el corazón a su amada y se lo entregó al Cacique para que pudieran completar el ritual que el extraño había prometido los salvaría.
El padre de Licarayén llevó su corazón a la cima y lo cubrió con la rama de canelo. Se quedaron expectantes mirando el corazón cubierto cuando de pronto un ave gigantesca descendió de los cielos y devoró el corazón en un sólo bocado. El ave luego tomó la rama de canelo y la dejó caer en la boca del Piri Pillén, de donde salía el fuego y las piedras que atormentaban al pueblo.
Al quemarse la rama dentro de la boca del volcán empezó a caer del cielo la nieve más blanca y pura que hubieran visto. El alma de Licarayen volvía a la tierra a batallar con el Piri Pillé. Al ver esto Quitralpique decidió que debía estar con su amada y se tiró sobre su lanza.
Por años nevó sobre el cráter, la nieve batallando con la lava. Mientras esto pasaba, torrentes de agua corrían por las laderas del volcán, formando el lago Llanquihue, el Todos los Santos y el Chapo. Eventualmente la nieve ganó, silenció al Piri Pillén y el pueblo pudo vivir tranquilo.
Asi que ya saben...si el volcán vuelve a entrar en erupción no nos quedará otra que buscar la más linda virgen del pueblo y sacrificarla ... ;)
